miércoles, 22 de abril de 2015

¿QUÉ ES UNA OBRA DE ARTE?


Fuente de Marcel Duchamp

Aparentemente ésta es considerada una pregunta sencilla, aunque basta con leer a los diferentes autores que han teorizado sobre la cuestión (Gombrich, Gadamer, Jiménez, Heidegger, Danto, Carey, ...) para caer en la cuenta de la gran complejidad que entraña.

Partimos de la idea de que la obra de arte nace a partir de la circunstancia del artista, y renace cuando el espectador capta y reinterpreta esa realidad transmitida a través del lenguaje plástico, cuando se siente la emoción que produce el Arte (El juego del Arte; H.G. Gadamer).

Podríamos decir que la obra de arte tiene dos naturalezas, por una parte, la inherente al artista y sus circunstancias en el proceso creativo, y por otra, la concerniente al espectador, al público, que de algún modo la posee en un acto de recreación, haciéndola suya y descifrando el código transmitido por el artista. Por tanto, la obra en su desarrollo histórico y social, modifica sus valores, y una obra que no tenía ninguna intencionalidad ni valor para ser arte cuando el artista la concibió, puede llegar a ser considerada como arte por la sociedad en su reinterpretación.

De este modo, para que una invención o creación pueda ser considerada arte, debe ser reconocida por la sociedad como tal. Este reconocimiento o la dimensión social de la obra de arte viene dado por la estética y por el valor de uso, es decir, por la utilidad que tenga para quienes va destinada. El reconocimiento social aparece cuando el espectador interactúa con la obra de arte y ésta a su vez es capaz de generar sensaciones, de transmitir experiencias, trascendiendo más allá de las connotaciones puramente plásticas o económicas para convertirse en un elemento que nos aporta emociones, conocimientos, enriquecimiento personal, aumento de la sensibilidad, ...

Llegados a este punto, parecía que lo teníamos claro, pero nada más lejos de la realidad, hoy día surgen infinidad de dudas y planteamientos sobre qué es el arte y qué es lo que actualmente consideramos una obra de arte. En la producción artística contemporánea ha dejado de existir la norma o el “canon”, dando paso a un concepto abierto del arte que adquiere plena libertad expresiva.

Ciertamente, la concepción del arte y la consideración como obra de arte ha cambiado, así, lo que se ha entendido por arte a lo largo de la historia es algo especialmente cambiante, cada época, cada momento de la historia, cada individuo ha entendido como “arte” cosas muy dispares, dando lugar a un gran dinamismo y mutabilidad del concepto. Esto hace que nos “enfrentemos” a una percepción “volátil” del arte, en la que no hay nada definido a priori.

En nuestros días, muchas de las expresiones artísticas persiguen la provocación, de esta manera, si consideramos como obra de arte cualquier transgresión que provoque o despierte la sensibilidad del espectador, podríamos afirmar que en la producción artística no hay límites, y hoy día cualquier cosa puede ser arte. Este es un planteamiento muy trivial, si esto fuera así, estaríamos, si se me permite la expresión, ante una "anarquía del arte", un panorama en el que todo vale, fruto del desorden y la confusión que existe al respecto.

Es evidente que no todo arte tiene que ser transgresor y no toda transgresión es arte, el arte transita las inagotables combinaciones que entre estética y concepto pueden darse.

En todo este contexto, seguimos sin hallar una respuesta a la pregunta ¿qué es una obra de arte?, existe una gran diversidad de definiciones, pero ninguna de éstas nos sirve como válida y universal. Nos encontrarnos con una heterogeneidad de teorías ante la citada pregunta, lo cual evidencia la gran dificultad a la hora de formular una definición que sea compartida y aceptada por todos/as, aunque bien es cierto que, en el panorama actual, entra en juego un matiz que resulta determinante y revelador para este “axioma”: la percepción o el sentimiento personal/individual ante las cosas.

Muy a mi pesar, creo que estamos en un punto en el que como bien decía Danto, cualquier cosa puede ser una obra de arte, basta con que alguien piense que lo es (según Danto, alguien del “mundillo del arte”). Por tanto, estamos ante un escenario en el que una obra de arte es cualquier cosa que alguien la considere como tal, aunque solo sea para ese alguien. En este sentido, los motivos que nos llevan a considerar algo como una obra de arte son tan diversos como diversos son los seres humanos.

Resignándome a ello, creo que este es el planteamiento que da cabida a todos los vistos hasta ahora, una concepción individualista del arte, relacionándose a éste con el gusto personal de los individuos hacia las cosas.

Por último, y al hilo de lo expuesto, me gustaría terminar con una cita de Remy de Gourmont que puede resultar ilustrativa de lo tratado en este artículo: "el arte está hecho para ser sentido y no para ser comprendido. Por eso, cada vez que se quiere hablar de él según la inteligencia no se dicen más que tonterías".

© Miguel Coleteo Vizuete (artículo divulgativo)