lunes, 17 de enero de 2011

El POZO DE NIEVE de Dos Torres "luce" con mayor esplendor para el disfrute de lugareños y visitantes

El “Pozo de la Nieve” es un bien inmueble de gran valor histórico – artístico, acrecentado más si cabe por la singularidad de su tipología arquitectónica, única en el territorio. Existen diversidad de opiniones en cuanto a la cronología del edificio.

El Académico de la Real Academia de Córdoba, D. Esteban Márquez Triguero, dio a conocer, a través de un artículo publicado en el Diario Córdoba (22/11/1979), la existencia de este singular edificio, adscribiéndolo a época romana e interpretándolo como posible basílica paleocristiana de estilo romano primitivo.

En 1983, D. Alejandro Marcos y Dña. Ana María Vicent, estudiaron el edificio y lo adscribieron a época romana, dándole una cronología entre los siglos I a.C. y IV d.C. y con una función sin precisar, pudiendo tratarse de un mausoleo o una terma. Los resultados de este estudio fueron publicados en el artículo “El edificio romano llamado Pozo de la Nieve en Dos Torres”, en Novedades de Arqueología Cordobesa (1983).

En general todos los investigadores que se han ocupado del tema han adscrito el edificio a época romana, y generalmente a un monumento de tipo paleocristiano. Sin embargo, la última investigación, realizada por el arqueólogo D. Pedro Marfil, lo data entre los años 1747 y finales del siglo, con una funcionalidad como pozo de la nieve.

Como hecho significativo a resaltar, el 26 de septiembre de 1691, D. Bartolomé García Bejarano II (alcalde, regidor, familiar del Santo Oficio y Teniente de Gobernador de la villa de Torremilano), otorga un poder a D. Francisco Gutiérrez Huarte, para que, en su nombre, comparezca ante su Majestad (Carlos II) y Señores de su Real Consejo de Castilla, y solicite autorización para tener un pozo de nieve con objeto de remediar las epidemias de pestes y abastecer a las villas vecinas. Este pozo se situaría en el prado de San Sebastián, en una parcela de su propiedad, sobre un cubículo existente de gran antigüedad. En el 1700 el Consejo Real otorga licencia para realizarlo.

Se trata de un edificio de planta cuadrada al exterior con dimensiones de 8,32 m x 8,32 m, con deformación en la fachada nordeste. Interiormente es de planta circular con diámetro de 6,80 m. En el eje norte-sur, dispuesto en diagonal del cuadrado, se encuentran dos hornacinas (originariamente eran tres) de 1,60 – 1,70 m de ancho x 1,95 m de alto, de planta semicircular, rematadas como cuarto de esfera, con arco de ladrillo que se embebe en el arranque de la bóveda. En el eje este-oeste, se encuentran, en la actualidad, dos huecos de acceso al interior del inmueble, si bien en su origen sólo tenía una puerta de acceso que se situaba en el ángulo noroeste.

Un edificio abovedado de planta centralizada, cuadrada al exterior y circular al interior, con entrada a poniente (posteriormente se abrió otra puerta de acceso) y, en origen, tres hornacinas angulares con arcos de medio punto. Es una obra de gran solidez, realizada con mampostería de granito y sillares en sus cuatro esquinas. De especial interés es la bóveda semiesférica de ladrillo que cubre el cubículo, al igual que la acústica que presenta el lugar.

Es una construcción significativa por ser uno de los pocos monumentos de este tipo existentes en Andalucía. La estructura es de muros de mampuesto de piedra de granito de la zona. Un muro perimetral forra la estructura interior de planta circular y a su vez sirve de contención y refuerzo de sostenimiento de la cúpula de media naranja (bóveda semiesférica), construida en ladrillo de un pie de espesor, que apoya sobre los muros. El punto central más alto de la bóveda se eleva 5,10 m, siendo visible sólo desde el interior ya que en el exterior presenta una cubierta a cuatro aguas con deformación en el costado nordeste. Un revestimiento de estuco recubriría tanto el zócalo como la bóveda interior.

En el centro del edificio se dispone un pozo de planta semicircular excavado en la tosca y recubierto por un encañado de ladrillo. La zona superior del encañado presenta una especie de zócalo o andén de mampuesto elaborado con varias hiladas de mampuesto de piedra granítica trabadas con argamasa de cal. Este potente zócalo se adosa perfectamente a la estructura del edificio emergente, formando parte de la base o cimentación de la que arrancan los muros, tanto al exterior como al interior.

En su interior, la nieve era compactada y apelmazada con mazos de madera llamados pisones. Una vez convertida en hielo, se recubría con capas de paja o ramas de enebro, sabinas o cualquier material herbáceo, fundamentalmente lastones y se almacenaba. El agua del deshielo, para no aguar la nieve y mantener su consistencia, se drenaba a través de un sistema de canales que se encontraba habilitado bajo el pozo.

ACTUACIONES ACOMETIDAS

Situado en el paraje de San Sebastián, sobre este inmueble se han llevado a cabo las siguientes actuaciones:
► 1996 - Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía: labores de desescombro, demolición de tapiados, excavación, consolidación y reconstrucción.

► 1998 – Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía: realización de excavación arqueológica de urgencia.

► 2000 – Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía: recuperación de la configuración original del edificio como Pozo de Nieve.

► 2003 – Plan de Dinamización Turística de los Pedroches. Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, Mancomunidad de Municipios de “Los Pedroches” y Ayuntamiento de Dos Torres: mejora del acceso, construcción de muro perimetral y solado con canto rodado seleccionado y realizado in situ, del recinto que circunda  el edificio.

► 2010 – Ayuntamiento de Dos Torres, Diputación Provincial de Córdoba: puesta en valor del inmueble (iluminación artística interior y exterior), señalética y herramientas de interpretación.

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