sábado, 9 de abril de 2011

LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS VUELVE A CÓRDOBA, tras su restauración en el IAPH y recuperando el esplendor del siglo XVII

El grupo escultórico de Nuestra Señora de las Angustias fue presentada ayer en la Real Iglesia de San Pablo tras la restauración que en los últimos meses se ha venido realizando en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), órgano dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

A la espera de que el próximo 12 de abril, los técnicos del IAPH den cuenta directamente de los resultados de la pormenorizada restauración llevada a cabo, los hermanos de Las Angustias, así como los cientos de personas que desfilaron ayer ante la obra cumbre de Juan de Mesa, han respaldado los trabajos llevados a cabo.

Por su parte, Antonio López de Letona, hermano mayor de Las Angustias, se mostraba totalmente satisfecho con el resultado de la restauración. Letona dijo que "la Virgen ha recuperado todo el esplendor perdido en desafortunadas intervenciones". Cabe recordar que el grupo escultórico fue intervenido con anterioridad por Francisco Peláez del Espino, en 1976. Producto de esta intervención la Virgen presentaba ciertos aditamentos ajenos al original, así como numerosos repintes en la policromía.

La Virgen estará expuesta en el altar mayor de la Iglesia de San Pablo a la altura de los fieles hasta mañana, aunque no en besapiés ni besamanos, todo ello como medida preventiva hasta que no haya ninguna duda sobre la consolidación de los tratamientos mecánicos y químicos a los que han sometido la talla. Ello no quita para que mañana mismo comiencen los actos para darle la bienvenida a las imágenes, con la II Exaltación a Nuestra Señora de las Angustias a cargo de Manuel Jesús Sánchez (21:15 horas). Por otra parte, la Virgen se ha presentado por primera vez vestida por el vestidor cordobés Manuel Jiménez.


Un minucioso trabajo

TRATAMIENTO GENERAL: Se ha recuperado la policromía original de ambas imágenes que, por fortuna, se conservaba todavía oculta tras diversos repintes aplicados recientemente.

EL CRISTO: Han aparecido restos de sangre en la cara y el sudario que antes eran inapreciables.

EL ROSTRO DE LA VIRGEN: Destaca la intervención en el rostro de Las Angustias, donde además del visible cambio del color de la policromía se puede ver que las ocho lágrimas que corrían por el rostro de la imagen han sido reducidas a cinco mucho más pequeñas, ya que según los especialistas que han intervenido a la Virgen en la época en la que se encuadra a la imagen las dolorosas de este género solo llevaban cinco lágrimas, y no las ocho que portaba recientemente.

Las Angustias recuperan el espelendor del siglo XVII
 
Han pasado 151 semanas, un año menos ocho días, desde que las imágenes de Nuestra Señora de la Angustias y del Santísimo Cristo salieron de la Iglesia de San Pablo. Ese tiempo ha transcurrido, lento para algunos, pero eficaz para la gran mayoría de devotos de Las Angustias, cuya imagen ya luce con su esplendor casi original, tras permanecer durante todo este tiempo en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, donde ha sido sometida a una minuciosa restauración.

Satisfecho por el resultado obtenido, el hermano mayor de Las Angustias, Antonio López de Letona, reconoció ayer que la restauración "se nota, porque era lo que se pretendía". Así, el grupo escultórico que talló Juan de Mena en 1627 luce ahora con cinco nuevas lágrimas -tres en el lado derecho del rostro y dos en el izquierdo-, tras retirar las ocho que tenía. Para el hermano mayor, este cambio de lágrimas confiere a la imagen de la Virgen "más dulzura y realidad". En definitiva, el trabajo de restauración ha servido "para reponer y dar el esplendor que había perdido por el velo del tiempo", consideró. La sustitución de las lágrimas no es el único cambio en la cara de Las Angustias, ya que los trabajos también se han centrando en la limpieza del rostro, que ahora es "más sonrosado, más suave y más natural", detalló. La imagen también recupera la espina que Juan de Mesa colocaba en la mano de sus imágenes. Además de en la imagen de la Virgen, los técnicos también han centrado sus esfuerzos en el Cristo yacente. "Ha sido un trabajo minucioso, ya que el sudario parece la propia tela y también se han recuperado restos de sangre en el mismo", apuntó el hermano mayor. El Cristo, continuó, "ha recuperado su belleza y también han aparecido restos de sangre debajo de la nariz que antes no se veían". Otro de los nuevos rasgos del Cristo es su color, "más mortecino, más gris", señaló. Las Angustias "es uno de los grandes tesoros de Córdoba y tiene una gran devoción, pero desde el punto de vista cultural no se ha asumido aún la joya que tenemos", consideró López de Letona, quien incidió en que la imagen "es el referente de la escultura barroca de Andalucía y la única dolorosa de Juan de Mesa".

Todo este proceso ha costado 33.000 euros, una cantidad que la propia hermandad ha sufragado gracias a donativos particulares y la celebración de diferentes actividades para recaudar fondos. El hermano mayor recordó que la financiación ha sido por cuenta propia, ya que la colaboración de instituciones públicas "ha brillado por su ausencia".

Quien también acudió hasta la iglesia de San Pablo para comprobar el nuevo aspecto de Las Angustias fue el vicario de la Diócesis, Fernando Cruz Conde, quien tildó el trabajo de restauración de "magnífico". Para Cruz Conde, la imagen "es maravillosa" y su restauración ha servido "para realzar una pieza magnífica".

Para conocer todos los detalles y el trabajo que se ha llevado a cabo durante todo este tiempo, los encargados del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico ofrecerán el próximo martes una conferencia en la ermita de La Candelaria.

Fuente: Diario Córdoba y edición digital de El Día de Córdoba (06/04/2011)

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