viernes, 30 de noviembre de 2012

NUEVA MUSEOLOGÍA Y MUSEOLOGÍA CRÍTICA



La nueva museología y la museología crítica aportan novedosos matices que, desde mi punto de vista, enriquecen en gran medida el diálogo o la interacción entre el público y los contenidos del museo, si bien es cierto que, estas nuevas tendencias museológicas no encajan de igual manera según qué tipología o concepción de museos se trate, teniendo una mejor conciliación por ejemplo con la disciplina etnográfica o dentro de las nuevas corrientes artísticas, así como en planteamientos derivados de nuevas propuestas museográficas (ecomuseos, la musealización de la ciudad/territorio,…).

La nueva visión museológica concibe no un edificio, sino un territorio, no una colección, sino un patrimonio, y no un público, sino  una comunidad participativa, a diferencia del museo tradicional (edificio+colección+público). La nueva concepción ha venido propiciada por la apertura en la mentalidad de los museólogos a partir de la demanda sociocultural del público, ejerciendo la autocrítica ante las exigencias de la sociedad, como consumidora del museo.

Ya en los 80 del pasado siglo, autores como Leroux Dhys, señalan que “los nuevos museólogos intentan reflexionar sobre el futuro de una institución llamada a ser el centro de la vida cultural del mañana, a partir de la conservación de un patrimonio vuelto a ser vivo y no enfermo en mausoleos inaccesibles para la mayoría…”.

Por su parte, Marc Maure[1] viene a decir que la nueva museología es un fenómeno histórico y un sistema de valores, una museología de acción, que puede ser definida por los siguientes parámetros metodológicos:
  • Democracia cultural: ninguna cultura dominante debe ser ensalzada como “la cultura” en detrimento de la variedad de culturas existentes o que han existido en el territorio. Hay que preservar, valorar, utilizar y difundir la propia cultura de cada grupo.
  • Un nuevo y triple paradigma: de la monodisciplinaridad a la pluridisciplinaridad, del público a la comunidad y del edificio al territorio.
  • Concienciación: de la comunidad respecto de la existencia y valor de su propia cultural.
  • Un sistema abierto e interactivo: un nuevo modelo interdisciplinar de trabajo con un carácter integral y un museo de puertas abiertas, dinámico por, para y con todos.
  • Diálogo entre sujetos: el funcionamiento del museo está basado en la participación activa de los miembros de la comunidad. El museólogo deja de contemplarse como el experto encargado de dirimir la verdad, para convertirse en un “catalizador” al servicio de las necesidades de la comunidad.
En definitiva, se trata de neutralizar la distancia entre el público y el contenido del museo, entre continente y contenido.

Además, a mi modo de entender, en la nueva museología uno de los quid de la cuestión está en motivar al público, para habremos de emplear el discurso progresivo, con  el que nosotros, como gestores del patrimonio, podamos captar la atención del público a partir de las inquietudes detectadas en éste (feedback).

A tenor de lo dicho, en este tipo de museología resulta fundamental la retroalimentación con los receptores para desarrollar una comunicación eficaz.

En este contexto museológico, el patrimonio es un factor que debe ser presentado adecuadamente a través de una exposición que potencie el factor humano, así pues,  el intérprete debe ser un experto en la materia que presenta al público, condición indispensable para poder presentar de forma amena y no standarizada los contenidos interesantes para cada perfil de público. Este conocimiento facilita la adopción de nuevas metodologías para atraer visitantes de todas las edades y estratos sociales a los elementos patrimoniales. Los museos deben ser un campo abonado para potenciar experiencias de aprendizaje informal, que por un lado se deriva del hecho de producirse en un campo diferente al del aprendizaje formal que presenta directamente los contenidos al usuario, y en segundo lugar, al considerar la experiencia educativa en parte educación y en parte entretenimiento.

Una adecuada presentación de conceptos y contenidos potenciará el factor humano por encima de los fríos textos de paneles y cartelas. Los recursos de la comunicación deben incorporar los mecanismos de la sociedad actual, ya que debemos emplear medios familiarizados con la vida cotidiana de la sociedad, incidiendo en los aspectos que garanticen el aprendizaje informal.

[1] MAURE, Marc. “La nouvelle muséologie, qu´est-ce que c´est?”. En SCHÄRER, M.R. (ed) Museum and community II, Icofom Study Series n. 25 (1996), págs. 127 – 132.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿De que artista es el la pintura del fondo?

Anónimo dijo...

¿ que es la museologia critica?